¿Qué es el folclore? Cuando nos mencionan o decimos esta
palabra, cada uno deducimos un significado, algunos acertaremos y otros
no, así que unifiquemos conocimiento del que partir a hablar de este
tema.
El folclore (inglés folk, «pueblo» y lore,
«acervo», «saber» o «conocimiento») es la expresión de la cultura de un
pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historia oral,
leyendas, música, proverbios, supersticiones y demás, común a una
población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura,
subcultura o grupo social. También recibe este nombre el estudio de
estas materias.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Folclore
Pues
bien, partiendo de aquí, diremos que un texto folclórico. Son textos
sin autor que se transmiten de forma oral y de generación en generación y
que, por tanto, se van transformando en el recorrido. No son textos
infantiles, sino familiares y recogen los tres géneros literarios.
Hay
momentos en los que se produce el equívoco entre cuentos populares y
textos folclórico, desterrando el primer significante porque con la
palabra “cuento” nos limitaríamos a la prosa.
Los textos
folclóricos no se han considerado como tal y se han estudiado
académicamente hasta que no apareció el primer folclorista de prestigio,
Vladimir Propp. Son textos literarios de cualquier género, que se
llamaron popular hasta que se utilizó la palabra de origen inglés,
folclórico. Por ejemplo “El patio de mi casa” es un verso folclórico.
Son también llamados textos de tradición cultural haciendo referencia al
origen, es un texto hecho por y que nace del pueblo.
¿Qué características cumple un texto folclórico?
- No tienen autor, lo que no quiere decir que sean anónimos.
- Es obra de la comunidad, y cada persona va modificando según la evolución. (Más adelante, comentaremos el hecho de escribir un texto folclórico). Son textos que suelen nacer en un lugar concreto pero que por la transmisión oral, se extienden pudiendo llegar a la dimensión de folclore universal.
- Se transmite horizontal y verticalmente, oralmente y de generación en generación.
- Textos familiares, no son textos infantiles, sino textos que creaban un ambiente familiar, no están creados para entretener a los niños, sino a la familia, como la televisión de ahora… De estos textos se extraen enseñanzas tanto para niños, como para no tan niños.
- Los protagonistas son adolescentes, no niños, que tienen que pasar una serie de pruebas. Muchos de los personajes de estos textos, son de “perfil plano”, como por ejemplo Blancanieves y La Cenicienta.
Fuentes: http://www.rinconcastellano.com/edadmedia/poesiapopular.html
http://weblitoral.com/estudios/folklore-literatura-y-oralidad
http://weblitoral.com/estudios/folklore-literatura-y-oralidad
Propp consideró oportuno la siguiente clasificación de cuentos:
- Mitos: origen religioso cuyas religiones han desaparecido. Se consigue la explicación de fenómenos naturales, sociales o psicológicos utilizando dioses y héroes como personajes hacia el pueblo.
- Cuentos de Animales: los personajes son animales. Estos animales representan, realmente, a personas que nos dejarán una enseñanza. Estos personajes muestran características de los humanos que pretenden transmitir una moraleja a través de los arquetipos y la contraposición de valores en el ser humano. Invita a la reflexión.
- Cuentos de Fórmula: la fórmula se basa en la repetición de una misma frase. Son cuentos que hay que “memorizar”
- Cuentos de Hadas o Maravillosos: hadas y seres que parten de la imaginación y ficticios protagonizan estos cuentos.
http://laluzdelamanana.blogspot.com/2011/05/clasificacion-de-los-cuentos-segun.html
Los
textos populares (tanto en el sentido de nacido en el pueblo como
populares por la difusión y fama) se empiezan a escribir. A esta
práctica se le denomina FIJAR, ponerlas por escrito para que no se
pierdan. Este hecho tiene un interés conservacionista, y así evitar la
desvirtuación. Como breve reseña al respecto, podemos decir que el más
famoso escritor de textos folclóricos es Rodrigo Caro, que en el siglo
XVII empezó a juntar las canciones de los niños, juegos… publicó un
libro de recopilación de esto. Es la primera recopilación folklórica que
conocemos en España.
En el siglo XVIII, el siglo de
las luces de la razón, los enciclopedistas se dedican a escribir y… ¿por
qué iban a descartar el saber popular? Hay un elemento añadido muy
curioso, en Francia reinó el Rey Sol (Luis XIV), que vivía en Versalles.
Siempre había actuaciones para que el rey se entretuviese y a él le
gustaba que le contasen cuentos… famosos eran los de Bocaccio
(italiano), el cuento “Decamerón” historias eróticas.
Una
recopiladora de folklore famosa es Madame Leprince de Beaumont, con la
historia del lobo blanco que es “la bella y la bestia”.
Aparece
un pedagogo, Charles Perrault, al que le gustaban mucho los relatos
breves que las nodrizas le contaban. Se interesó por las historias
folklóricas y el folklore celta. Se dedicó por eso, a recoger cuentos
que publicó e hizo correr en la corte con la intención (adaptándolas y
añadiendo moraleja personal) moralizante (paraliteratura hoy). Sus
textos se dirigían a la corte y no a niños. Esos cuentos recibieron el
nombre de “Cuentos de mamá oca”.
Un siglo después en Alemania,
siglo XIX destacan los cuentos para la infancia y la juventud. Los
cuentos de los hermanos Grin, viajes iniciadores de muchas aventuras.
(Siguiendo el esquema de Propp) se dejan influir por los nacionalismos y
se da importancia a lo propio, a lo particular... Los hermanos Grin
quisieron aportar algo, sin ser nacionalistas exaltados. Recogieron
aventuran contadas por el pueblo y para que esa “riqueza cultural
alemana” no se perdiese, consiguiendo así la primera recopilación de
cuentos. Trataron de ser lo más fieles posibles a cómo esos cuentos le
habían sido contados. Su afán era conservacionista y no querían cambiar
los cuentos, sino plasmarlos tal y cómo se contaban. Con la segunda
edición empezaron a recibir quejas de padres por el contenido de los
relatos (eróticos, violentos…) y el título era “Para la Infancia y la
Juventud” y… en lugar de cambiar el título, decidieron cambiar los
cuentos dándoles una revisión y quitando los aspectos inadecuados para
los niños. Hicieron PEQUEÑAS adaptaciones como, por ejemplo, dónde había
una madre que quería matar a su hijo… era la madrastra, llegando
incluso a poner finales “amables”. Lo que hoy en día se conoce de los
hermanos Grin, son las recopilaciones a partir de la tercera edición,
las primeras son inaccesibles.
En la segunda mitad del
siglo XIX. Mientras en Inglaterra Charles Dickens escribía literatura
“juvenil” con niños de la calle como protagonistas; en Dinamarca el
tercer gran adaptador de relatos Hans Christian Andersen, los premios de
literatura infantil mundiales son los “Premios Andersen”, al mejor
escritor y al mejor ilustrador. Fue conocido en SU ÉPOCA, y la estatua
de la sirenita en Copenhague fue construida estando él vivo, estatua
inspirada en un cuento y en vida del autor, lo que corrobora que era
importante y conocido. Tiene escritos de autor (literatura infantil) con
cuentos con personajes reales como “La Cerillera”, que es un cuento
realista. Andersen no incluyó moralejas, (aunque se pueda sacar
enseñanzas) ¡¡¡ES LITERATURA!!!
Entre el siglo XIX y
XX en España, Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) nacida en España,
se encargó de recopilar un montón de textos folklóricos en verso. Un
poco más tarde, se dedicó a recoger y a hacer adaptaciones de cuentos
folklóricos Calleja, y también el Padre Coloma, que tiene cuentos
propios y cuentos folklóricos adaptados para convertirlos en cuentos
moralizantes para niños (hoy paraliteratura). El Padre Coloma, convierte
a los personajes del mundo mágico-pagano en figuras religiosas.
El
folklore en un hecho social, de carácter oral y sólo se concibe como
tal en el marco de lo popular. La literatura, por el contrario, presenta
una dimensión individual y escrita. Su carácter es objetivo. Con esto
queremos decir que la obra de un autor vive de un modo perdurable, sin
ningún flujo de la colectividad, aunque sometida, por supuesto, a
diversas revalorizaciones críticas a través del tiempo.
Jung muestra que hay un número de elementos simbólicos, que pertenecen a toda la humanidad, llamados ARQUETIPOS. Los define como “imágenes antiguas que pertenecen al tesoro común de la humanidad”, ampliamente manifestadas en todas las mitologías, que se refieren al inconsciente profundo.
Jung muestra que hay un número de elementos simbólicos, que pertenecen a toda la humanidad, llamados ARQUETIPOS. Los define como “imágenes antiguas que pertenecen al tesoro común de la humanidad”, ampliamente manifestadas en todas las mitologías, que se refieren al inconsciente profundo.
Manuel Ruiz Amezcua
www.andaraje.org/articulos/artVol3n2.doc
La
literatura como sonido: los vientos que llevan el arte de la palabra;
fue el antropólogo y folklorista norteamericano William Bascom quien ya
apuntó que el uso del vocablo folklore es 25 años anterior al de cultura
en un sentido estrictamente antropológico, pues ése es más o menos el
tiempo que pasó entre la descripción que del primero hizo Thoms y la
definición que realizaría Tylor del segundo "en muy parecidos términos"
(Bascom, 1981: 66). Dell Hymes, de otra parte, también ha constatado que
-durante mucho tiempo- folklore y antropología -como disciplinas que
estudian las diversas formas de cultura- caminaron juntas, cogidas
además de la mano de la lingüística (Hymes, 2000: 59). Somos bastante
los que pensamos que -en cierto modo- deberían de seguir haciéndolo y
que la más reciente pero continuada separación entre antropología y
folklore ha resultado doblemente perjudicial. Porque, entre otras
razones, la antropología no reemplaza al folklore sino que le sitúa o
recoloca en el espacio que, dentro del marco antropológico, constituye y
en el fondo siempre ha constituido su verdadero interés.
La antropología, pues, pierde parte de la riqueza de su historia rechazando lo folklórico y el folklore queda perdido y desorientado fuera de lo que sería su ámbito de referencia. Es el mismo Hymes quien concretaba que el folklore –dentro del marco de las investigaciones antropológicas- siempre ha tenido que ver con los aspectos creativos y de transmisión de la cultura e incluso con aquellos factores “estéticos o expresivos” -a menudo descuidados por los antropólogos- que juegan un importante papel en ella (Hymes, 2000: 64). Eso es precisamente -en mi opinión- lo que debería estudiar la folklorística dentro del espectro antropológico, mientras que la antropología se ocuparía del estudio de la cultura -o, si se prefiere, de las culturas- en general.
La antropología, pues, pierde parte de la riqueza de su historia rechazando lo folklórico y el folklore queda perdido y desorientado fuera de lo que sería su ámbito de referencia. Es el mismo Hymes quien concretaba que el folklore –dentro del marco de las investigaciones antropológicas- siempre ha tenido que ver con los aspectos creativos y de transmisión de la cultura e incluso con aquellos factores “estéticos o expresivos” -a menudo descuidados por los antropólogos- que juegan un importante papel en ella (Hymes, 2000: 64). Eso es precisamente -en mi opinión- lo que debería estudiar la folklorística dentro del espectro antropológico, mientras que la antropología se ocuparía del estudio de la cultura -o, si se prefiere, de las culturas- en general.
http://weblitoral.com/estudios/folklore-literatura-y-oralidad
Pinchando aquí, podemos ver algunas sugerencias para el uso del folclore popular infantil en nuestras aulas.
¿Qué diferencia una VERSIÓN de una ADAPTACIÓN?
Versión
es contar con tus palabras, la adaptación es la que tiene una
intencionalidad y unos criterios para y por el cambio (ver bloque III)